"Nunca tuve una hora de felicidad a su lado y, sin embargo, durante las 24 horas del día no pensaba más que en la satisfacción de tenerlo a mi lado hasta la muerte"
viernes, 28 de noviembre de 2008
Resultaba estupendo estar sola, no tener que sonreír ni poner buena cara; fue un respiro que me permitió contemplar a través del cristal la cortina de lluvia con desaliento y derramar algunas lágrimas.